Fotografía y texto: Rosi Soto / Sirius Comunicaciones
La impactante pieza teatral CALÍGULA IMPERATOR ROMANUS, inspirada en la obra original del reconocido autor franco-argelino Albert Camus, presentó sobre el escenario del Escena 8 la versión libre del director Javier De Vita. El montaje manejó elementos de vanguardia que brindaron el “toque distintivo” a lo ya visto sobre esta obra por el público capitalino.
CALÍGULA IMPERATOR ROMANUS mostró el rostro del César, como un “loco” deseoso de poseer la luna, que en medio de sus desvelos por su propósito no alcanzado, deja su imperio acéfalo a causa de su lunatismo, lo que causa la tensión del senado ante las acciones del emperador cada vez mas ausente de los asuntos del Estado, debido a sus banales placeres, asesinatos y desvaríos.
La propuesta de De Vita es sumamente agresiva, sin pudor, ni reparos para demostrar las actuaciones del mitificado IMPERATUR ROMANUS, como el más aberrante gobernante del mundo antiguo. Tal como lo prometió De Vita, las escenas de la obra no fueron aptas para espectadores mojigatos, sino para quienes no temen ver explicitas verdades sobre las tablas.
Cesonia es una negra prostituta que actúa al capricho del Cesar por amor a él y a sus propias concupiscencias que le hacen tocar, amar y consolar a media corte, sobre imperiosas botas de tacón dorados. Este controversial personaje es interpretado sin tapujos por la destacada actriz Sheila Monteroa.
Calígula fue admirablemente interpretado por Rafael Marrero, quien estuvo acompañado las destacadas actuaciones de los actores del Grupo de Teatro Dié y el Grupo Teatral Séptimo Piso.
Soberbia, imponente e irreverente, resultó cada escena de la vanguardista versión de Javier De Vita, que cargó en 15 funciones las tablas de escena 8 de violencia, erotismo, política, ambición, culto, injusticia, inmoralidad y hasta de amor, enmarcadas en la roma pagana.

El montaje contó con la participación de los actores teatrales Rafael Marrero, Alexander Rivera (Quereas), Gabriel Agüero (Escisión), Morris Gerentes (Helicón), Gerardo “Chino” Briceño (Senecto), Jean Franco De Marchi (Casio) y Abilio Torres (Lépido); junto a la actriz Sheila Monterota (Cessonia); y la participación especial del actor José Manuel Peña (Mereya) y el bailarín clásico Juan Alejandro Solórzano (Mucio).
Calígula a juicio propio es a la fecha, el montaje teatral mas arriesgado y vanguardista presentado en escena, en lo que fue el año 2008, y muchos (aunque lo nieguen) quedaron con ganas de ser testigos de esta historia. APLAUSOS



Fotografía y texto: Rosi Soto
"Nosotros que nos quisimos tanto" una obra cargada de comedia, en donde un hombre cincuentón que se encuentra en proceso de divorcio luego de haber sido descubierto por su esposa con otra mujer de tan sólo 18 años de edad.
Un pianobar es el escenario donde se desarrolla este monólogo donde Gustavo Rodríguez (Marco Antonio en la obra), mantendrá un dialogo con el pianista, quien no emite palabra pero se comunica con él a través de sus acordes musicales, mientras que Marco Antonio (Gustavo Rodríguez) le responde a través de canciones de diversos géneros, donde el bolero predomina y se interpretan canciones en ingles y hasta en francés.
La esposa de Marco Antonio es interpretada por Elba Escobar, quien sólo participa con su voz, tiene un rol protagónico. La obra presenta diversos momentos cruciales donde se expresa la tragicomedia. El protagonista, está seguro que su esposa pretende la reconciliación, luego de separarse por conocer que este la engañaba con una joven de 18 años, la misma edad del wisky que se toma mientras espera a su recordada y bien evocada esposa, mientras desnuda su vida en recuerdos y añoranzas de tiempos felices como becario de Fundayacucho en la Europa de los años 70.
Las ganas de detener el tiempo parecen las razones de este clásico hombre latinoamericano, que monta cacho y los lleva sin animos de reconocerlo, porque el machismo es una medalla que ostentar, sin embargo, entre trago y trago, se van destruyendo sus razones, y queda claro su pretendido deseo de burlarse de si mismo.
La escenografía retrata fielmente a un pianobar de target medio alto y clientela asidua, en donde el actor transmitirá toda la tristeza que siente el personaje, pero siempre mostrando al público la posibilidad de una nueva oportunidad.
En esta obra también participan el maestro Edgar Maceda, encargado del piano, y la bolerista Gisela Guédez, quien interpreta a la anfitriona del pianobar que bien conocer al protagonista y le mofa a través de sus canciones y breves acotaciones, por lo cual, no sería juzto llamar “monólogo” la pieza.
La interpretación de Gustavo Rodríguez es fielmente meritoria y bien avalada por su década en las tablas, lo que le permite que esta pieza escrita por Mariela Romero y dirigida por Armando Gota sea de lujo para los amantes de la buena escena.
NOSOTROS QUE NOS QUISIMOS TANTO, de Mariela Romero. Dirección: Armando Gotta. Elenco: Gustavo Rodríguez, con la voz de Elba Escobar. Arreglos musicales: Chuchito Sanoja. Con la participación de Gisela Guédez en las canciones y de Edgar Macedo en el piano. Se presentó hasta el mes de septiembre en el Ateneo de Caracas, Sala de Conciertos.

ALTAMENTE RECOMENDADA PARA NO PERDERSE EN PRÓXIMAS TEMPORADAS



Fotografía y texto: Rosi Soto
Ella, no es ella, es él, pero no es el él que su amigo espera, sino otro que trae las verdades que lo confrontan y le hacen dudar de su propia identidad. El inesperado reencuentro se produce en un hotel cercano al río londinense Támesis, de allí el nombre de la octava obra teatral del intelectual Mario Vargas Llosa, quien presenta una pieza dificir de digerir para quienes temen enfrentar su propia identidad y vive de apariencias.
Vargas Llosa presenta en su obra "Al pie del Támesis", un problema de identidad inspirado en el encuentro en Londres, entre el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante y su par venezolano, Esdras Parra Uscátegui, convertido en mujer tras una cirugía de cambio de sexo.
Esta obra, salta al escenario caraqueño luego de su exitoso estreno en Lima, bajo la dirección artística del lucido director teatral Héctor Manrique y las actuaciones de Carlota Sosa y Iván Tamayo.
En el Hotel Savoy, muy cerca del río Támesis en Londres, se encuentran "Chispas" Bellatín y la presunta hermana (Raquel) de su viejo amigo "Pirulo" Saavedra, de quien se separó intespectivamente por mas de 30 años. En el encuentro van quedando al desnudo sus temores, rabias, desconsuelos y dudas, a través de unas esplendidas interpretaciones de Carlota Sosa e Ivàn Tamyo, quien a juicio propio, es el màs destacado.
El Teatro Trasnocho alberga esta historia por primera vez presentada en el país. Verdades se develan a un tiempo vertiginoso, bajo una modesta escenografía y bien podría decirse minimalista escenografía, donde se devela la historia de dos amigos separados por más de 30 años por razones de alto peso para ambos, en una situación de doble identidad e identidad dudosa para cada uno de ellos.
Ella, no es ella, es él, pero no es el él que su amigo espera, sino otro que trae las verdades que lo confrontan y le hacen dudar de su propia identidad. No menuda sorpresa que quien se le presenta a Chispas Bellatín (Iván Tamayo) como Raquel, la hermana de su amigo íntimo Pirulo, resulta ser un fantasma que lo confront con su porpia identidad, y le trae las verdades de su conciencia ante el hecho de haber matado a su mejor amigo en un gimnasio, cuando tenia 16 años, porque se atrevió a besarlo.

Aplaudible manera de conmemorar el aniversario 25 del Grupo Actoral 80.

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SANGRANDO POR LA HERIDA

Publicado por Lic. Rosa Ana Soto |



Jean Carlo Simancas presentó su obra teatral "Sangrando por la Herida", proyecto de su autoría en cual se desempeña como actor y director general. La pieza cuenta la historia de de un hombre llamado Sebastián, quien ha decidido no mudarse más y comparte junto a un público invisible su soledad y despecho.
Sin embargo por encima de su decisión irrevocable de "no lo intento más", arrastra consigo el fantasma de la mujer que se imagina perfecta, que siente con él, que canta con él, que baila con él.
Esta dulcinea contemporánea es encarnada por Wanda D´Isidoro ó Jennifer Carmona, quienes le acompañan en escena como su sensual sombra y fantasma. Simancas demuestra su versatilidad cobre las tablas como primer actor, al cantar, bailar y actuar.
Además de su versada habilidad para contar la historia en un guión sencillo y franco, que mantiene al espectador en un disgusto y gusto, según sea su caso. Pues presenta la historia de millones de hombres que pasan por el penoso episodio de dejar su hogar, al ser echado por su mujer el día menos pensado.
La obra es una divertida comedia reflexiva, llena de verdades poco refutadas. Sebastián es un artista maleteado y solo, renuente a volver a caer en la trampa "del toñequeo de una mujer", ante el temor de ser nuevamente manipulado y nuevamente perder su libertad de acción, ganando además mayores compromisos contractuales.
"Sangrando por la Herida" es una obra producida por Enmanuel Montes, puesta en escena de José Ferrer.
Las funciones para esta amena comedia dirigida a todo público se disfrutaron hasta el 14 de septiembre en el Ateneo de Caracas y actualmente realiza presentaciones en el interior del país.

Se escuha que retornará a las tablas del este de la ciudad con nueva temporada y posiblemente con otro actor de interprete. RECOMENDADA

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